Como todos los años pudimos celebrar en la plaza de la Provincia nuestra pequeña celebración por el día de La Almudena.
Llevamos muchos años reuniéndonos en esta plaza, junto a la fuente, para organizar un pequeño baile a pie de calle de forma que la gente pueda bailar y disfrutar con nosotros de la música y la danza tradicional.
Este año, con autorización oficial y con presencia de la Policía Municipal, a los que damos las gracias, pudimos disfrutar con total tranquilidad de pasodobles, rumbas, bailables, jotas, rondones, seguidillas, polkas a ritmo de dulzaina y tamboril.
Fueron muchos los ciudadanos que se pararon a vernos y los más atrevidos se arrancaron a bailar con nosotros, algunos de larga edad, y otros, gente muy joven que ya había bailado en grupos tradicionales o simplemente que se animaban a participar en el baile improvisado.
Un par de horas al lado de la plaza Mayor de Madrid donde disfrutamos un montón haciendo lo que más nos gusta que es bailar y tocar a pie de calle montando un baile improvisado, interactuando con toda la gente que pasaba por allí. Porque con un par de dulzainas y una caja se puede organizar fiesta y baile como se hacía en el siglo pasado, prescindiendo de megafonías, altavoces, móviles, «bludtudes» y otros artilugios sonoros de la actualidad. Casi casi representando en vivo, aquellas estampas de los cuadros de Goya de las fiestas de Madrid.
Y para terminar hacemos mención especial a Noa, que lo bailó todo; a Pedro que se estrenó como bombero, perteneciente al cuerpo de bomberos de Madrid, tocando el bombo; y no podemos olvidarnos de un nuevo amigo: Diego Maeso, excelente bailarín que, aunque lleva poco tiempo con nosotros, se atreve a bailar todas las piezas y sobre todo a ritmo de Jota.
Nota: Las fotos de este artículo son de Emilio de las Mulas